La semana pasada, el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, presentó al sector vitivinícola el proyecto de decreto ministerial dedicado a los vinos “desalcoholizados”. Esta disposición representa un importante paso adelante en la regulación de los vinos NoLo (sin y con bajo contenido de alcohol) en Italia, un sector que está adquiriendo cada vez más importancia tanto a nivel nacional como internacional.
Un marco regulatorio claro para nuevas oportunidades
Según la Unión Italiana del Vino (UIV), el proyecto de Decreto es un punto de partida válido: define normas precisas para garantizar la calidad del producto y proporcionar información clara al consumidor. Aunque todavía hay margen de mejora, el Decreto sienta las bases para alinearse con los competidores europeos, ya regulados desde hace tres años, y abre nuevas oportunidades para el sector vitivinícola italiano. En particular, podría permitir llegar a nuevos mercados y objetivos de consumo complementarios a los del vino tradicional.
Las principales novedades del Decreto
Entre los elementos clave de la disposición encontramos:
Definición de categorías de productos:
Vinos desalcoholizados, con un grado alcohólico no superior al 0,5%.
Vinos parcialmente desalcoholizados, con un grado alcohólico superior al 0,5% pero inferior al mínimo de la categoría original (8,5%/9%).
Estas clasificaciones deberán estar claramente indicadas en las etiquetas, después de la categoría del vino.
Procesos autorizados: La desalcoholización sólo estará permitida para vinos no DOP o IGP y deberá realizarse mediante procesos aprobados por la Unión Europea, como la evaporación parcial al vacío, técnicas de membranas y destilación.
Restricciones y recuperaciones: Estará prohibido aumentar el contenido de azúcar del mosto o añadir agua y aromas exógenos al producto. No obstante, se permite la recuperación de agua y aromas endógenos derivados del proceso, siempre que se produzca en un circuito cerrado y automatizado.
Puntos a refinar
La UIV ha destacado algunas áreas de mejora:
Ambientes de producción: Sería deseable permitir la desalcoholización en la misma planta donde se realiza la vinificación y el embotellado, siempre que sean en ambientes separados y no intercomunicados, como indica el Icqrf, evitando así la necesidad de plantas separadas.
Gestión de subproductos: Las sustancias hidroalcohólicas obtenidas con técnicas de membranas actualmente se tratan como residuos. Su valorización como subproductos podría ser más sostenible y conveniente.
Hacia la aprobación final
La UIV espera que el Decreto sea aprobado rápidamente por la ministra Lollobrigida, esperemos que antes de Navidad. Esta legislación, una vez en vigor, no sólo garantizará una mayor claridad y protección para los productores y consumidores, sino que también ofrecerá nuevas perspectivas para el sector vitivinícola italiano, cada vez más atento a las necesidades de un mercado en evolución.
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Crédito de la foto: UIV
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